primavera del 2004, com a subdirector delegat de “La Vanguardia”, just quant es posava en marxa la present legislatura. De les seves observacions madrilenyes des de llavors n’ha sortit un llibre:“La que sigue es una crónica del panorama político español desde la óptica de un pingüino catalán que reside en Madrid” Interessant la seva definició de pingüí polític. Jo també en sóc.
Crònica que crec que haurà de tenir continuïtat, ja que l’etapa política que es va obrir per aquelles dates no es pot donar ni de lluny per closa. Segurament no ho serà fins que tornin a haver-hi eleccions generals i siguin els ciutadans/nes els que la tanquin amb el seu vot. Ell mateix ho diu a les darreres ratlles del llibre en les que es formula una pregunta i es dona la contesta:
“La respuesta no está en el viento, pero la dejamos para una mejor ocasión; quizá para un próximo libro.”
Divertides les seves converses amb el cap de toro del bar “La Torre del Oro”:
“Son ustedes muy pillos, los catalanes. Usted mismo: que si la media distancia, que si la ironía, que si me siento tan extraño en Madrid como en Barcelona...¡Pamplinas! Hacen ver que no les acaba de importar España, pero nadie se la toma más en serio. ¡No ven que España es una quimera! Se están equivocando con sus proclamas federales. Cuanto más hablan del problema de España, más contribuyen a su existencia. Queriendo combatirla y modificarla, están fortaleciendo su débil identidad.”
....
“No vaya usted tan rápido, amigo toro. Pero no olvide que los catalanes somos pactistas y que hay una mayoría sociológica que se siente parte de España. ¿Le interesa a La Caixa un drama con España? ¿Le interesa a los obreros de la Seat? Quizá si que le interese a algún professorino impertinente que con la seguridad que le da el sueldo del Estado elabora fabulosas teorías sobre una independencia indolora. Ese radicalismo de dibujos animados entrará en crisis. Puede que emerja pronto la alianza de los catalanes productivos: los empresarios de la Diagonal con los sindicalistas del Baix Llobregat."
M’he trobat identificat en la Teoría de la catástrofe.
“En la era de la saturación informativa la catástrofe rompe la caótica pugna cotidiana en pos de la noticia importante.”
Els ejemples son potents: Les torres besones de New York, el Prestige, l’11-M, el tsunami, el Carmel, els boscos de Guadalajara, el Katrina. Però a mi m’ha vingut a la memoria l’agost del 2002 a Mataró amb el brot de legionelosis. Evidentment la distància és molt gran, de mides, d’impacte, de conseqüències, però els mecanismes i les respostes socials i mediàtiques crec que van ser els mateixos.
“Así es la ordalia dels siglo XXI: el juicio de Dios ha cedido paso al tribunal mediático.”
Però el que m’ha agradat més son les seves observacions i reflexions sobre el debat “nacional”:
“El mundo fluye y río abajo corre, arrastrado por la corriente, el trípode sobre el que reposaba el viejo Estado nacional: el ejército de leva (la posibilidad de declarar la guerra), el control monetario y la cultura. Tambaleante, la vieja dimensión nacional estatal se asemeja a un zombie: está viva y muerta a la vez. En este contexto se incriben las actuales tensiones españolas sobre el denominado “modelo territorial”. Parece que volvemos al pasado, pero estamos hablando del futuro.”
Crec que l'encerta quant exposa la visió que la dreta té del tema:
“La novedad, bajo mi punto de vista, la radical novedad, consiste en que ese nacionalismo español ya no responde a la tópica caricatura del franquismo, sino que sigue las pautas de un pensamiento moderno atormentado por el futuro de la democracia. Estamos ante un nuevo liberalismo de combate que defiende una férrea pervivencia del Estado-nación frente a las incertidumbres dela unión europea.”
La primavera pasada, a Roma, em va explicar aquesta idea un diputat popular, també “...de tez más bién oscura, férreo, con la mirada incisiva de un clérigo iraní y la barba pulcra y bien recortada de un jesuita en las misiones del Paraguay.” Segurament és el mateix que el seu “Sísifo en el barrio de Salamanca”.
Crec, però, que la dreta torna a fer tard (i l’esquerra no té esma) ja que en el món que ve les mides i poder individuals dels Estats - nació sorgits de l’època moderna ja no són els adequats, s’han quedat petits, i aquest és un altre tema que no passa pels seus millors moment. La creixent re-nacionalització ens pot portar a ser arraconats de la construcció de la Història.
Enric Juliana: “La España de los pingüinos. Una visión antibalcánica del porvenir español: la concordia es posible.” Ed Destino. B-2006
“La respuesta no está en el viento, pero la dejamos para una mejor ocasión; quizá para un próximo libro.”
Divertides les seves converses amb el cap de toro del bar “La Torre del Oro”:
“Son ustedes muy pillos, los catalanes. Usted mismo: que si la media distancia, que si la ironía, que si me siento tan extraño en Madrid como en Barcelona...¡Pamplinas! Hacen ver que no les acaba de importar España, pero nadie se la toma más en serio. ¡No ven que España es una quimera! Se están equivocando con sus proclamas federales. Cuanto más hablan del problema de España, más contribuyen a su existencia. Queriendo combatirla y modificarla, están fortaleciendo su débil identidad.”
....
“No vaya usted tan rápido, amigo toro. Pero no olvide que los catalanes somos pactistas y que hay una mayoría sociológica que se siente parte de España. ¿Le interesa a La Caixa un drama con España? ¿Le interesa a los obreros de la Seat? Quizá si que le interese a algún professorino impertinente que con la seguridad que le da el sueldo del Estado elabora fabulosas teorías sobre una independencia indolora. Ese radicalismo de dibujos animados entrará en crisis. Puede que emerja pronto la alianza de los catalanes productivos: los empresarios de la Diagonal con los sindicalistas del Baix Llobregat."
M’he trobat identificat en la Teoría de la catástrofe.
“En la era de la saturación informativa la catástrofe rompe la caótica pugna cotidiana en pos de la noticia importante.”
Els ejemples son potents: Les torres besones de New York, el Prestige, l’11-M, el tsunami, el Carmel, els boscos de Guadalajara, el Katrina. Però a mi m’ha vingut a la memoria l’agost del 2002 a Mataró amb el brot de legionelosis. Evidentment la distància és molt gran, de mides, d’impacte, de conseqüències, però els mecanismes i les respostes socials i mediàtiques crec que van ser els mateixos.
“Así es la ordalia dels siglo XXI: el juicio de Dios ha cedido paso al tribunal mediático.”
Però el que m’ha agradat més son les seves observacions i reflexions sobre el debat “nacional”:
“El mundo fluye y río abajo corre, arrastrado por la corriente, el trípode sobre el que reposaba el viejo Estado nacional: el ejército de leva (la posibilidad de declarar la guerra), el control monetario y la cultura. Tambaleante, la vieja dimensión nacional estatal se asemeja a un zombie: está viva y muerta a la vez. En este contexto se incriben las actuales tensiones españolas sobre el denominado “modelo territorial”. Parece que volvemos al pasado, pero estamos hablando del futuro.”
Crec que l'encerta quant exposa la visió que la dreta té del tema:
“La novedad, bajo mi punto de vista, la radical novedad, consiste en que ese nacionalismo español ya no responde a la tópica caricatura del franquismo, sino que sigue las pautas de un pensamiento moderno atormentado por el futuro de la democracia. Estamos ante un nuevo liberalismo de combate que defiende una férrea pervivencia del Estado-nación frente a las incertidumbres dela unión europea.”
La primavera pasada, a Roma, em va explicar aquesta idea un diputat popular, també “...de tez más bién oscura, férreo, con la mirada incisiva de un clérigo iraní y la barba pulcra y bien recortada de un jesuita en las misiones del Paraguay.” Segurament és el mateix que el seu “Sísifo en el barrio de Salamanca”.
Crec, però, que la dreta torna a fer tard (i l’esquerra no té esma) ja que en el món que ve les mides i poder individuals dels Estats - nació sorgits de l’època moderna ja no són els adequats, s’han quedat petits, i aquest és un altre tema que no passa pels seus millors moment. La creixent re-nacionalització ens pot portar a ser arraconats de la construcció de la Història.
Enric Juliana: “La España de los pingüinos. Una visión antibalcánica del porvenir español: la concordia es posible.” Ed Destino. B-2006
Madrid, 6 de febrer.
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