Ara fa poc més d’un any vaig fer una entrada comentant el debat sobre la presència espanyola a la cimera del G-20. Crec que algú d’aquests que va resseguint el que escric al blog va destacar i escampar, penso que malèvolament, la meva crítica sense explicar el que pretenia dir, agafant sols els qualificatius. Res, problemes d’opinar tot tenint un càrrec públic partidari. Si no fos per això ningú faria cabal del que penso i dic.
Ahir vaig llegir l’ample reportatge que El País- Domingo va dedicar a Felipe González sobre Europa. Alguna de les coses que diu estan en sintonia amb el que jo pretenia dir llavors:
“La verdad es que compartimos un espacio público: Europa es un espacio público compartido. Nos cuesta aceptar que un espacio público que se comparte es algo más que la pura suma de intereses de cada uno de los Estados nacionales.”
“Europa es un buen laboratorio para experimentar políticas alternativas, de un uso distinto del poder, de una primacía del derecho, de unas relaciones internacionales que se basen en la diplomacia... Pero no estamos en condiciones de corresponsabilizarnos como Unión, que sería uno de los resultados para hacer esto.”
“Si estuviéramos trabajando por tener una voz única en el Consejo de Seguridad, a lo mejor avanzaríamos un poco más. Cuando se reúnen los bancos centrales no estamos representados por el Banco Central Europeo, está el Banco Central Europeo y todos los bancos centrales de la zona euro. Y así, suma y sigue.”
“Todo esto se justifica diciendo: "La opinión pública de mi país no aceptaría una solución de esta naturaleza". Lo curioso es que pasa lo contrario. Los ciudadanos europeos, en los estudios cualitativos, dicen: "Lo lógico es que Europa hable con una sola voz, en el G-20, en política exterior, en política monetaria...". Dicen lo contrario. Pero los líderes dicen que los ciudadanos nunca lo aceptarían. Ésta es la paradoja.”
Bé, ara ho diu, o ho torna a dir, el President del Grup de Reflexió sobre el futur d’Europa.
Mataró, 23 de novembre
Ahir vaig llegir l’ample reportatge que El País- Domingo va dedicar a Felipe González sobre Europa. Alguna de les coses que diu estan en sintonia amb el que jo pretenia dir llavors:
“La verdad es que compartimos un espacio público: Europa es un espacio público compartido. Nos cuesta aceptar que un espacio público que se comparte es algo más que la pura suma de intereses de cada uno de los Estados nacionales.”
“Europa es un buen laboratorio para experimentar políticas alternativas, de un uso distinto del poder, de una primacía del derecho, de unas relaciones internacionales que se basen en la diplomacia... Pero no estamos en condiciones de corresponsabilizarnos como Unión, que sería uno de los resultados para hacer esto.”
“Si estuviéramos trabajando por tener una voz única en el Consejo de Seguridad, a lo mejor avanzaríamos un poco más. Cuando se reúnen los bancos centrales no estamos representados por el Banco Central Europeo, está el Banco Central Europeo y todos los bancos centrales de la zona euro. Y así, suma y sigue.”
“Todo esto se justifica diciendo: "La opinión pública de mi país no aceptaría una solución de esta naturaleza". Lo curioso es que pasa lo contrario. Los ciudadanos europeos, en los estudios cualitativos, dicen: "Lo lógico es que Europa hable con una sola voz, en el G-20, en política exterior, en política monetaria...". Dicen lo contrario. Pero los líderes dicen que los ciudadanos nunca lo aceptarían. Ésta es la paradoja.”
Bé, ara ho diu, o ho torna a dir, el President del Grup de Reflexió sobre el futur d’Europa.
Mataró, 23 de novembre
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