21 de maig, 2007

Àfrica.

En Marc Arza m’anima, en un comentari, a fer “quatre lletres per Àfrica”. He apuntat algunes coses relacionades amb l’emigració actual i fent referència a aquell continent.

Ahir vaig llegir un reportatge d’en Josep Ramoneda a El Pais Domingo del que n’extrec el paràgraf final:

Unos 2.000 subsaharianos deben estar actualmente acampados por campiñas y bosques de la zona que va de Melilla a Oujda. Hombres, algunas mujeres, e incluso algunos niños, útiles como pasaporte a la tierra prometida. Algunos de ellos morirán en el mar, la mayoría llegarán a Europa. Por más que se empeñen los Gobiernos europeos es imposible poner puertas al campo. Estas vallas ignominiosas no son para impedir que vengan, son para ganar el voto de los miedosos ciudadanos europeos. Ésta es la verdad concreta que nadie quiere reconocer. El precio de este voto es que algunos miles mueran en el mar, como carneros sacrificados a los dioses por el bienestar del Primer Mundo. Todo el mundo sabe que por estas vías entran muy pocos inmigrantes, todo el mundo sabe que la inmensa mayoría llega por los aeropuertos o por la frontera francesa. Los que rondan la frontera sur de Europa son unos pocos miles de parias, chivo expiatorio de las paranoias de las sociedades bienestantes.

(El Roto, a El País)

Mataró, 21 de maig.

1 comentari:

Xavier Cugat ha dit...

Si no els deixem que es guanyin la vida allà, vindran aquí. Es inevitable. El millor que podem fer es aixecar les barreres comercials als productes que ells ens podrien vendre, bàsicament agricoles i ganaders i eliminar la PAC.